La ciudad a vista de pájaro
Sentirse como un pájaro es posible. Basta con buscar un lugar alto para comprobar lo pequeña que es la ciudad desde las alturas. Te proponemoslugares emblemáticos de Valencia para enseñar a tus hijos como cambia las cosas según se mira desde arriba o desde abajo. No solo podréis disfrutar de unas incomparables y espectaculares vistas, sino también pasar un día divertido con los juegos que os proponemos.
Eso si, prohibido el vértigo.
La primera parada es el Miguelete, que sigue siendo hoy en día un mirador excepcional sobre la ciudad de Valencia que nos permite observar hasta los rincones más lejanos de la ciudad.
Primero hay que subir los 207 escalones de la escalera de caracol que nos llevan hasta arriba.
Un cansado ascenso pero que servirá para ir viendo a través de las pequeñas ventanas, como se va haciendo más pequeña la gente de la calle a medida que ascendemos. Una vez en lo alto se puede contemplar toda la ciudad como si fuera una miniatura.
Es un paisaje privilegiado y, además, resulta muy curioso observar cómo ha ido creciendo y evolucionando la ciudad.
Desde lo alto de los 51 metros que mide este campanario de estilo gótico podemos contemplar el casco antiguo con sus cúpulas brillantes, el ensanche de la ciudad, e incluso comparar la parte vieja de la ciudad con la nueva, que se hace visible en edificios altos como el edificio Europa o la Ciudad de las Artes, cuyo skyline se ve dibujado a lo lejos.
Si os decidís a subir todos estos escalones podéis intentar hacer coincidir vuestra visita con una hora en punto, así, desde arriba, podréis disfrutar no solo de las impresionantes vistas desde la ciudad si no también ver y oír la campana de El Miguel dar las horas en un sonoro concierto.
Desde lo alto se puede contemplar los tejados de la ciudad y distinguir las iglesias, muchas de ellas con las tradicionales cúpulas de azulejo azul.
Pídeles que traten de adivinar cuantas hay y si tienen paciencia como Víctor Hugo, quizás puedan contar los 300 campanarios que él afirmó que existían en la ciudad.
Otro de los lugares desde donde puede sobrevolar Valencia sin despegar del suelo son las torres que se conservan de la antigua muralla de la ciudad. Las Torres de Serrano y las Torres de Quart eran las puertas de entrada a Valencia y en épocas posteriores sirvieron también de prisiones.
En la Edad Media las murallas y las torres altas eran muy importantes para poder proteger la ciudad. Cuéntales a tus hijos cómo había siempre soldados encargados de vigilar la ciudad y los alrededores para dar la voz de alarma y cerrar las murallas.
Desde este escenario podréis imaginar las mil batallas que han tenido lugar ahí. Enséñale los agujeros que hay en los muros, son las “cicatrices” de todos los disparos contra las torres.
Seguro que podréis disfrutar jugando a “vigilar” la ciudad de Valencia, podéis imaginar cómo haríais para evitar que los enemigos lleguen a las murallas.
Con el tercer mirador de la ciudad damos un salto en el tiempo, ya que se trata de la Torre Miramar en la avenida de Cataluña.
Una moderna infraestructura a la que se accede con un vertiginoso ascensor de cristal que permite ya disfrutar de las vistas a medida que se asciende. Desde aquí se contempla una vista diferente y más moderna de la ciudad.
-Desde lo alto de cualquiera de estos edificios podéis jugar a buscar vuestra casa, la casa de algunos tíos o de los abuelos. Desde arriba podéis intentar señalar el camino de casa al colegio, por ejemplo.
-Además podéis descubrir muchos monumentos y edificios importantes. Puedes enseñar a tus hijos dónde está el Ayuntamiento o alguna iglesia.
También podéis contar cuántas cúpulas se ven y adivinar de qué iglesias son.
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© Padres o Nones (2010) © Campaners de la Catedral de València (2024) campaners@hotmail.com Actualización: 19-04-2024 |
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