La construcción de la torre del campanario de la Catedral de Córdoba comenzó en 1593. Hasta ese momento se habían servido del alminar levantado por Abd ar-Rahmán III, cuyos restos se conservan dentro de ella. La obra se llevó a cabo en dos fases. La primera la hizo en 1593 Hernán Ruiz III con la supervisión de Asensio de Maeda.
Se compone de dos cuerpos decrecientes: el de campanas, con tres vanos y óculos ovalados, y el del reloj, hecho en 1616 por Juan Sequero de la Matilla. Posteriormente, en 1636, se le añadió el tercer cuerpo y en 1664 la figura de San Rafael, que lleva en el pecho una lámina de bronce con una inscripción.
A mediados del siglo XVIII, a consecuencia del terremoto de Lisboa, se efectuaron nuevas obras en la torre, según el proyecto del ingeniero francés Baltasar Drevetón.
Siguiendo por esta fachada norte y pasada la torre, a su derecha hay un pequeño pabellón para recogida de aguas, realizado por Hernán Ruiz Ordóñez en el año 1599.
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