Testimonio de 1927
Ha constituido para nosotros una enorme satisfacción poder reproducir íntegra esta página de SEMANA GRAFICA, que recoge aspectos de la Fiesta de los Niños en el año 1927. La famosa revista valenciana, auténtico ejemplo de periodismo dinámico y moderno, en toda la larga trayectoria de su vida, dejaba constancia de lo que para la Valencia de aquellos años de la primera mitad del siglo significaba la Fiesta. Son desde entonces cincuenta años largos más de vida, que nos pueden permitir observar el espíritu de la Fiesta que había nacido en 1624, prácticamente inspirada por el propio San Vicente. En esas fotos puede verse a algunos directivos ilustres, que ya entregaron su alma al Señor, pero otros están todavía con ejemplar entrega al servicio de la Festa deis Xiquets. Ellos y las fotos que nos remitió —cuyos clichés, por cierto, fueron realizados por los talleres Vilaseca, que también sirven a esta vuestra revista, medio siglo después— han inspirado el comentario que reproducimos.
Hagámonos más jóvenes
Si nos volvemos más niños conseguiremos la completa alegría y gozo en el alma —inocencia e ímpetu infantil, esencia de nuestra Fiesta—, que nos irradiará a todos cuantos nos rodean y convivan.
Contemplo fotografías de los gigantes a la puerta de la iglesia de San Agustín, los heraldos Vicentito Pa/op y Maruja Roca con la señorita Aurelia López Atalaya, camarera de la Asociación, ellos de valencianos y esta última a la moda de estos años 20, y él portando Senyera con escudo de la Fiesta de los Niños de la calle de San Vicente, otra foto con los padrinos del niño recién nacido, Pilarín Pérez y Rafael López con la señorita Conchín Montoro que lleva en brazos al que va a recibir las aguas bautismales en la pila de San Vicente Ferrer, apareciendo sentados en el coche de caballos rodeados de vecinos. Y el colofón: la Comisión organizadora de las fiestas, formada por D. Bienvenido Iñigo, D. Rafael Palop, D. José Ballester, D. Carmelo Climent, D. Santiago Carrilero, D. Rafael Roca, D. Antonio Montoro, D. Miguel Nácher, D. Luis Pons, D. Salvador Burgos, D. José Conesa, D. Manuel Caplliure y don Carlos Lillo, con el camión que fue repartiendo globos y golosinas por toda la carrera para celebrar el bautizo del niño pobre.
Esta última fotografía es la que nos atrae y la que volvemos a contemplar. Con sus atuendos de “trabajo”, largos guardapolvos de color gris o tierra, están a punto de actuar.
Ahora, examinando caracteres, fisonomías actuales, veamos aun a los más “activos” y por ello vinculados a la Fiesta de los Niños de la calle de San Vicente, nos damos un poco cuenta de cómo pasan los tiempos... mas el ánimo es firme y resuelto, todo ilusión y esfuerzo para el buen éxito de la Fiesta.
Revive en nosotros ahora aflorando recuerdos si en parte desvaídos, ¡han pasado tantísimas cosas en este medio siglo largo! Aquellos actos, algunos suprimidos, otros, desasistidos por todos, y algunos aún nos hacen suspirar y hacernos más jóvenes, mejor dicho niños, con esa ilusión alocada por ser protagonistas de los festejos en honor y gloría a nuestro santo apóstol dominico valenciano San Vicente Ferrer.
Nuestro recuerdo y afecto a cuantos ahora comparten el laborar y organización de la Asociación, más nuestra oración para los otros, los que ya en la gloria conviven juntos con quien es meta de la devoción vicentina.
