Ella.- Claudita- extranjera joven, que no conoce las fiestas valencianas acude con su recién prometido, a la procesión de los Niños de la Calle de San Vicente Mártir.
El, valenciano -Paquito- le acompaña e informa de tal Asociación como especial dedicada a los niños.
Téngase muy presente el candor y respeto de ambos, porque hace tiempo novios y que aún tratándose y conociendo tiempo há, se habla de... Vd. (!) (Es reflejo de los tiempos aquellos...).
Y ven como desfilan los niños y niñas de 1 Comunión... algunos que casi no andan otros muchos, en brazos de madres o abuelas por cuanto ella va camino de maternidad otra vez ¡que familias bien avenidas!.
Es un tiempo de sencillez, no se lleva a los pequeños en cochecitos.., es un tesoro muy entrañable....
Advertimos que él es asociado desde que nació...
Y el próximo año (Dios mediante) ella también lo será... con nombre y apellido extranjero -el suyo propio- pero encantada al proponérselo él.
Transcurre la interminable procesión. Ella un tanto cansada, más alegre, emocionada, por cuanto le dice embelesada por tantísima criatura.,-estamos en aquellos tiempos aun no transcurrida la mitad del siglo XX cuando es arrolladora la afluencia de niños y niñas ya recién nacidos y en los brazos y regazos maternos.., y si cansados aparecen contentos gozosos y satisfechos, alegria en rostros de todos, familiares y vecinos...
Y si todo fuere también en ella -Claudita-, alegria y sorpresa en cuanto no lo habia visto nunca “y ni me lo imaginaba” su conmoción es enorme -ella de tierra calma, sin estridencias, ni sonoridades fuertes- al oir la Marcha Real, ver ascender el santo en el altar callejero y oir -y ver-, las tracas, luces de bengalas, y allá en la plaza de San Agustín los fuegos artificiales...
Toda su ilusión y alegría se disipa. No puede comprender el estrépito, no asocia su mentalidad religiosa como hay que ofrecer tal estruendo...
Sus muchos años de convivencia en esta tierra y sus festejos aunque un mucho temerosa y alejada en lo posible de “mascletaes”, “tracas” y... ruidos pirotécnicos algo nerviosilla aun pero...
Más ahora ya ultimando el siglo, vuelven los dos para revivir, recordar el “rápido” paso de los años...
Así en el mismo lugar, ella y él, vieran el desfilar procesional se alegran revordando... recordando y en esta tarde primaveral el festejo aún congrega a mucho pequeños en torno a San Vicente Ferrer.
Ppanynca Boukob
Fiesta de los Niños de la Calle de San Vicente - València (2001)