—Vd me dirá… es preferible el aseo a…
—Sí pero a veces.
—Sea lo que sea… la vista el aroma. Yo en todo el día estoy atareadísima limpiando… Por que siempre hay polvo de la contaminación callejera… y no se mencione lo que nos viene (¡!) del cielo porque Vd. fíjese y verá cuantos aviones pasan dejando una estela blanca de su carburante que también nos llena de su inmundicia venenosa…
—Tiene razón
—Entérese yo admiro y venero muy mucho a nuestras imágenes. Soy muy devota de todas ellas pero al ver un santo un poco así como diré para que nadie lo tome a mal descuidado “mostoso” ¡lo que daría por coger un detergente y dejarlo rutilante como el lucero del alba!
—Señora... Vd. se sobrepasa... un poco de respeto a esa pátina, a esa venerable ancianidad que los tiempos dejaron sobre ellas.
—Sí, pero es el caso de que no me dá mucha reverencia/comprobar ese “deterioro higiénico”…
—Mire no se pare y si tiene algún caso concreto dígalo a algún entendido profesor de Behas Artes diplomado en restauración de seguro le atenderá, pero Vd. no obre porque si sin más…
—Ya le contaré —porque tengo prisa— lo que hice con…
SALVADOR MIGUEL [pdf]
Real Asociación de San Vicente Ferrer de la Plaza del Pilar - València (1989)
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