Historia de un “primitivo” actual

Todo ocurrió en muy poco tiempo —un año escaso—, y por ser actor de tal hecho vengo a relatar tal y como viendo el estado en que aparecía la capillita-habitación un tanto profanada en donde falleciera nuestro Fray Vicente Ferrer, se planeara rapidísimamente.
Un grupo de antiguos colegiales del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer organiza con su actual Clavario, José Castillo, una excursión peregrina a Zaragoza, Francia, Bélgica, Países Bajos, y otra vez de vuelta en tierras francesas llegarse a Vannes.
La visita es sólo de unas horas en esta ciudad donde transcurrieron los últimos tiempos de su peregrinar por Francia nuestro santo dominico.
Del grupo de visitantes destaca, acompañado de su esposa Amparo Sambonet, Vicente Rodríguez.
El viaje, largo tiempo deseado, por diversidad de motivos no podían efectuarlo, y en las vísperas, al quedar vacías unas plazas por enfermedad de quienes planeaban ir, surge el viaje casi de un día para otro.
Aclaremos el intenso afecto de esta familia y su dedicación a la pintura, decoracón del arte religioso.
Una noche, suponiendo realizado ya el viaje, por teléfono le preguntamos a Vicente Rodríguez:
—Oiga, Vicente - - -
— ¡Sí!, aquí es.
—¿Cómo ha ido el viaje?
—Maravilloso. Visitamos Bélgica, Holanda, Francia. - - recorriendo la Bretaña francesa, deteniéndonos especialmente en Vannes. Ahora que me he llevado una gran desilusión… La capillita oratorio está desmantelada. Nos contaron que alguien, por motivos irreligiosos, destrozó el altarcillo, imagen…, un verdadero desacato. Ahora hay solamente un busto del Santo copia de la imagen venerada en la cercana Ille des Moines —Isla de los Frailes—, y considerada como fidedigno retrato efectuado en tiempo inmediato, cercano a su paso por esta encantadora tierra.. - Yo he pensado —sigue hablando Vicente Rodríguez— en hacer una reproducción de la pintura atribuida a Jacomart y que se guarda en nuestra Catedral Valentina, o mejor quizá una especie de dístico y en un próximo viaje regalarlo.
—Y esto ¿será pronto?
—Si es posible dentro de unos meses, en la Semana Santa, porque se piensa ir a recoger una magna reliquia y de paso... Aunque me dicen que se está tramitando su obtención de las autoridades eclesiásticas de esa Catedral de St. Pierre de Vannes.
— ¡Oye!... me dicen... —un familiar que se encuentra junto a mí y sigue la conversación entre señas y palabras entrecortadas se expresa así—, que para esa tabla destina unas pesetas para ayuda en su realización.
—Bien. Lo que queráis. Admitido. Ya hablaremos más adelante.
Lo cierto era —anoche de madrugada— tan reciente la vuelta que aún no habían descansado.
Nuestro interés por saber sus impresiones sobre Vannes motivaron tal llamada y por ello el saber noticias de allí.
Puestos de acuerdo, nos encontramos varias veces y nos vamos enterando y empezando a ver la pieza en sus inicios. Su altura será 1’30 por O’60 de ancha. Comprende tres cuerpos o espacios y en el centro aparece y destaca San Vicente Ferrer todo entero, aunque inspirado en la tabla que Jacomart pintara por mediados del xv. En la base, dos compartimentos asimismo con molduraje gótico, nos muestran Nacimiento y Muerte del Santo.
También, tras la erguida figura del Santo, antepecho-banquillo bermellón y en lontananza, visión de la ciudad de Valencia, contemporánea al santo con su torre catedralicia en construcción y arriba el escudo de la misma, en el otro lado, simétricamente, el blasón de la tierra bretona:
Vannes con su Catedral, viéndose en primer lugar la circular capilla donde se guardan sus restos.
El conjunto es un bellísimo y logrado trabajo realizado con meticuloso y exacto quehacer don de aúnase maderas antiguas, talla perfecta, composición, colorido, pátina.., terminado, que hacen vacilar a aquellos conocedores de los «primitivos valencianos» por su veraz y ambientado aspecto.
Una obra que enaltece a su autor —Vicente Rodríguez asimismo idea suya, motor y puesta en marcha en estos tiempos presurosos con in creíble escaso margen de tiempo.
Afecto hondo y reparar de seguido lo que a veces tarda o no se cumple jamás.
También la concurrencia extraordinaria de los antiguos «xiquets de Sant Vicent», estos excolegiales que con su presencia y alegría a sus años es lección y ejemplo en los viajes a esta ciudad que guarda el cuerpo de su Padre y Protector.
Sabíamos de años —más de seis lustros—, del quehacer y realizaciones de este artífice-artesano aquí, ahora, en el punto máximo de su pericia y arte...
Y allí, en Vannes, desde el día 26 de mayo del pasado año 1978, luego de misa concelebrada ante los restos del Santo, todo el grupo de peregrinos presididos por el Clavario del Colegio, don José Castillo y los señores canónigos de la Catedral de Vannes, señores Le Gallo y Chateau, en la misma habitacioncilla donde se extinguiera la vida de Fray Vicente quedó prendido en artísticos soportes esa pieza pregonando el cariño y afecto de este grupo de fervorosos valencianos.
Claudia B. GABOYARD
Altar del Tossal nº 55 - València (1979)

 

Bibliografia completa - Bibliografía completa Obra plàstica - Obra plástica Notícies de premsa- Noticias de prensa
  • Regresar a la página anterior
  • Francisco José LLOP LLUCH: obra personal
    © Altar del Tossal nº 55 - València (1979)
    © Francisco José LLOP LLUCH (2024)
    083038@gmail.com
    Última modificació: 25-04-2024