Parece ya vislumbrarse la solución a es tos espacios situados tras la Basílica de la Virgen, propiedad de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Desamparados, e incomprensiblemente sin utilizar desde tanto tiempo.
Estos acuerdos Municipio-Cofradía podrán, en plazo no muy lejano, tan pronto se ultimen las excavaciones arqueológicas, levantar en este terreno, situado entre las calles del Almudí, Leña y Almoina, un templo a cielo abierto.
Ya por al año 1952, atendiendo una invitación, como cronistas de cuanto se ofrecía en honor de Nuestra Patrona, llegamos al domicilio de don Joaquín Rodríguez de la Encina y su esposa, donde vimos acuarelas, planos, descripciones trazados por arquitecto, de esta ampliación de la Real Basílica de Ntra. Sra. de los Desamparados.
Había pasado la euforia de la Coronación de la Virgen (1923), los grandes proyectos del concurso (creemos que a ámbito nacional) y su emplazamiento a lugar más amplio (1928), pero los tristes sucesos de 1931 a 1939 vieron suspendidos tan buenos deseos, donaciones..., y no surgió el personaje clave, el grupo decidido —eclesial, popular, aristocrático— que prosiguiera sin titubeos la construcción, en esta tierra valenciana, de obra sólida y duradera por los siglos (!!).
¿Qué se ha hecho en esta época de transición? ¿Dónde surgían —si existían— los valores que tuvieran la gallardía de, a pesar de las dificultades —secuelas de nuestra guerra civil, y vaivenes de la II europea y casi mundial—, seguir adelante?
Y en esta tierra, que organiza actos y festejos efímeros, obras de arte de gran valor —aunque sea en honor de San José—, para destruir al poco tiempo, no aparece la agrupación que, con fe, constancia y... con pocos medios —ya vendrán en gran proporción luego—, empezara la construcción de este templo, un tanto original en estas tierras: zona ajardinada, arboleda acogedora, en este centro de la ciudad primigenia y adosado, unido, a la Real Basílica.
Pero... hablemos claro. No hubo nadie con temperamento dispuesto a vencer y crear y dar cima a esta colosal obra o... a dejar muy adelantada la construcción para que quien viniera después, siguiera y culminara un Templo Monumental como se merece nuestra Patrona.
Así nos encontramos. Buenas disposiciones (!!) pero... ¿solución, ya, rápida y sin discusiones interminables? Creemos y rogamos se eviten los diversos parece- res y con buena voluntat, todos unidos, trabajemos sobre este terreno, esencia de la Valencia Romana, en lugar digno para forasteros y ciudadanos, consolidan do construcciones, haciendo desaparecer por estos lugares tanto edificio abandonado, semiderruido, vergüenza y falta de sensibilidad de todos, Municipio e Iglesia, al sector más visitado de la Ciudad, en especial la Capilla de la Patrona de Valencia: por curiosidad, turistas extranjeros; mas por devoción constante, los valencianos; díganlo las lamparillas y velones encendidos a toda hora y las flores y ofrendas de ramos y cestos admirablemente dispuestos acogiendo a tanta muestra floral que embelesa por su colorido y extrañeza de formas.
¿Quién o quiénes llevarán adelante esta obra monumental...?
M.ª del Carmen ALVARO
La Patrona de Valencia - València (1989)