La cruz del zapatero

Milagro de S. Vicente Ferrer

Estos días aparece un libro muy claro y reflejando marcadísimo interés por nuestra vida, trabajos, ilusiones, fiestas... de la barriada «deis Argenters», Tapinería (del Miguelete a Santa Catalina), del investigador Juan-Luis Corbín Ferrer. Y en él aparecen notas, hechos, costumbres... pera nosotros vamos a recordar algo que nos entusiasmó cuando lo oimos por vez primera de ser un milagro de San Vicente Ferrer, y el ser de nuevo reproducido en retablo de cerámica colocado bajo el campanario de la antigua parroquia de San Andrés y ahora templo de los PP. Carmelitas Descalzos de S. Juan de la Cruz, síntesis bastante completa de cuanto aconteciere y quedó como hecho portentoso de nuestro padre dominico... La cuestión es... que había un buen matrimonio, él zapatero, ella dedicada al aseo y atenciones a casa, esposa, lo que se diría, dice y dirá, de una buena esposa.
Pero tenían un aprendiz un pobre jovenzuelo cojo, que ayudaba al buen hombre preparando suelas, tachuelas, engrudo, un inocente chico... más empezó a susurrar al oído de la buena zapatera que su marido no era tan bueno como parecía, que no le entregaba una buena o regular cantidad para vivir mientras él en amigos, tabernas o... y aquí estremaba su prudencia maléfica para no alarmarla.., que tenía una doble personalidad.
Ella no lo creyó del todo mas empieza a sospechar del buenazo de su esposo. Mientras el «cojuelo» con su aviesa intención no acaba nunca de ofrecerle con el más extremado misterio las últimas «hazañas» del marido.
Y por fin se descubrió todo. El también tenía indicios de su maldad pues en cuanto podía le hacía «ver», que su esposa no era tan... buena como parecía, mas la devoción al padre dominico llegó milagrosamente.
Este chicuelo se sentaba en una pequeña silla de madera con respaldo y asiento de trenzada urdimbre... cuando un día se les ocurrió a ambos esposos grabar, marcar en cada lado una cruz, cuando este individuo se sentara para ayudarle en su trabajo se comprobaría quién era el cojuelo.., del demonio.
Se obró el milagro. Ya iba tramando otro desaguisado cuando al sentarse saltó como un condenado echando chispas y es entonces cuando según testigos que oyeron los estrépitos y vinieron viéronle trasmudarse y surgir de su cabeza unos pequeños y enroscados cuernecillos y por detrás no sabía cómo esconder el rabo.
En memoria se hizo de la s»illeta una cruz y esta prendiose, y centraba este retablo de cerámica de los dos Santos Vicentes que, si antes estuviere en la misma casa, donde ocurriera el milagro —esquina calle Campaneros y el Mar—, ahora la podemos ver sin aquella Cruz de madera en el muro de este templo esquina a Poeta Querol, Vilaragut...
Y siempre que pasamos ante este retablo de cerámica y volvemos y posamos la vista revivimos el «miracle» del cojuelo que por obra y mérito cíe San Vicente renació la paz en este honrado y laborioso matrimonio...

Constantino MUT
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Associació de Sant Vicent Ferrer del Mocadoret - València (1989)

 

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    Última modificació: 20-04-2024